Elena titubeó asustada, tuvo que ir a su asiento con su esposo, casi en la parte de atrás del lugar.
La marcha nupcial resonó.
Marbella entró y fue hasta una banca.
Denzel enderezó su postura, apenas escuchó la música, su corazón dio un gran brinco, sus manos temblaron, sonrió en cuanto la vio, ella parecía un brillante, un tesoro que ahora relucía como el sol.
«Magnolia, mi Magnolia, pensé que solo eras como mi hermana, como la mejor amiga, ¿Quién me diría que en ti podía encontrar mi destino? Ahora serás la madre de mi bebé, y solo pienso en que tenga tus ojos y alegría, tal vez no sé lo que es el amor, pero cuando veo tus ojos, es como me sintiera bendecido, como si supiera que todo está bien, ¿acaso eso es el amor?», pensó
Una sonrisa iluminó su rostro.
Lugh llevó a su hija al altar, frente a Denzel.
—Cuídala, ella es parte de mi corazón, si le haces daño, es como si arrancarás mi alma, y así mismo lo sentirás.
Denzel asintió.
—Me dedicaré a hacerla feliz.
Lugh besó la fr