Los ojos de Denzel se abrieron, miró a los hombres frente a él y a la mujer a su lado desnuda, apenas cubierta por una manta.
—Yo…
—¡Vístanse, m*****a sea! —exclamó Lugh y salió de la cabaña, seguido por Edward.
Ambos caminaron unos pasos a través del bosque.
Lugh solo sentía el retumbar en su corazón con gran fuerza, miró el árbol de magnolia, al menos eso lo calmó.
—Volveré a la mansión, los veré allá, necesito hablar con Marbella, antes de perder mi cordura.
Lugh volvió con Edward a la mansión.
Magnolia fue hasta el baño, cubierta.
Mientras Denzel se cambió ahí mismo, tenía una resaca brutal, claro que recordaba lo que había hecho, lo recordaba muy bien, miró las mantas manchadas de rastros ligeros de sangre, tuvo un cargo de conciencia.
«¡Maldición! ¿Qué fue lo que hice?», pensó con desesperación.
Cuando Magnolia salió del cuarto de baño, Denzel ya estaba vestido, miró sus ojos.
—¿Por qué tenías que venir aquí, Magnolia? Esto no debió pasar, ha sido un gran error.
—¡¿Po