Capítulo 118. ¿Qué está sucediendo?
Nadia mueve la daga mientras una sonora carcajada sale de su garganta. En ese momento un zumbido agudo se oye por todo el sitio y un segundo después una bala golpea la frente de la mujer, con tanta fuerza y velocidad, que la tira al suelo, muerta.
Benedict baja el arma con la respiración agitada. Adelaide grita sin cesar al ver el cuerpo sin vida de su hermana a su lado.
Su esposo la toma en brazos para ponerla a salvo mientras los guardias hacen su trabajo de llevarse el cuerpo de la difunta.
Egil mira hacia su hermano y asiente, también Benedict lo hace antes de salir de allí.
Esa noche, descubren a dos infiltrados más de Calixto Valencia dentro de la hacienda que se habían hecho pasar también por meseros. Estaban cuidando las espaldas a Nadia.
Adelaide es atendida por la médica y su herida en el cuello es superficial. La gran fiesta es cancelada.
Una vez más tranquila, ella le pide a Egil llevar a cabo la boda de todos modos, pero sin nadie más presente que ellos dos, el sacer