Capítulo 106. Ella ya llegó
—Hoy su hija estuvo muy tranquila, señor —Ester saca a Egil de su ensoñación—. Comió toda su papilla sin protestar, también hizo su siesta sin mucho esfuerzo. Parece que ya se está acostumbrando a la casa.
—¿La médica ya la revisó hoy?
—Sí, señor. Ella ya no tiene fiebre y ya no necesita su medicación.
Egil se tranquiliza y vuelve a fijar su vista en el documento que está redactando.
Esa noche Eleonor duerme bastante temprano luego de su cena. Egil permanece despierto hasta tarde y decide ir por un libro a su biblioteca. Permanece allí un buen rato perdido en sus pensamientos, mirando hacia la puerta que conduce a los pasillos, luego sale al balcón.
Adelaide, sentada en la ventana con la luz apagada, puede ver a su esposo aún despierto, asomado en el balcón. Hoy también irá a ver a su hija, ya lo tiene decidido. Lo hará todos los días, solo debe ser paciente y esperar la hora adecuada.
—¿En qué piensas, mi niña? —pregunta Mercedes colocándose a su lado—. Te he visto muy distraída des