Pierre enciende su auto, el rugido de este silencia la voz que sale del radio, por lo que, el hombre debe apartarse para poder escuchar bien. Pierre avanza y yo siento que estoy por romper el cuero del auto, por la fuerza con la que presiono mis uñas en el asiento.
— Estamos bien, tranquila. — dice Pierre.Pero, ni siquiera cuando salgo del edificio, me siento a salvo, Ryan no es alguien que se puede subestimar, por eso, me quedo en silencio revisando los espejos retrovisores, para confirmar que todo está bien.Mi corazón, lentamente vuelve a sus latidos regulares y yo suspiro aliviada quitándome la gorra que me resultaba muy molesta, como toda la ropa que llevo puesta.— ¿Qué pasa con la Day que podía con todos? — pregunta Pierre en tono burlón.— Ryan Volkova no es un hombre que no se puede subestimar. — susurro y de inmediato, el auto de Pierre se detiene abruptame