Rápidamente, tomo el ascensor y con mi teléfono en mano, intento concentrarme en otra cosa que no sean las emociones y pensamientos contradictorios que estoy experimentando con Ryan.
— ¿Qué te está sucediendo, Day? ¿Te has vuelto loca? ¿Acaso las hormonas del embarazo te tienen así? — me pregunto cuando las puertas del ascensor se abren.— Señora Volkova. — dice Bob saludándome, mientras yo salgo del ascensor.— ¿Hay algo que quieras decirme? — pregunto confundida.— Vine a ser su chofer.— Pero…— Fue una orden del señor Volkova. — dice Bob.Como no tengo un auto en el que irme por mi cuenta, acepto que Bob me lleve a casa, sobre todo, porque tengo muchas cosas en las que pensar, para hacerme una mujer difícil cuando voy a recibir una ayuda.Así que, siguiendo a Bob, subo al auto,