Los minutos pasan y finalmente me siento mejor, al punto que puedo reconocer a la persona que está frente a mí esperando que me sienta mejor. De inmediato, suspiro profundo y levanto mi mirada para poder ver al hombre que impidió que me golpeara cuando por segundos, perdí la fuerza en mi cuerpo.
— ¿Ya te sientes mejor, Day?— Sí, gracias, Wiley. — susurro.— Oh, recuerdas mi nombre.— Has sido la persona que estuvo con Nina mucho tiempo, es lógico que recuerde tu nombre.— Como sea… deberías ir al médico, aunque te ves mejor, estas demasiado pálida. — dice Wiley y yo asiento.— Ahora mismo iré a la enfermería, gracias. — digo y él extiende la mano que tomo para que pueda levantarme.— Espero que sea verdad, salúdame a Nina.Sonrío porque eso es algo que no haré. Despu