Ángela decidió no contarle a su padre lo que había sucedido en el parqueadero. Por la tarde cuando Alberto llegó a su casa preguntó si ella ya había llegado.
—Sí —Dijo Regina—. Pasó directo a su habitación, la noté como desanimada.
—No es para más, con todo lo que ha estado sucediendo. Esta mañana me reuní con Renato y le conté lo que su hijo ha estado haciendo.
—¿Y qué te dijo?
—Me sugirió que a lo mejor Ángela le ha dado esperanzas. Yo le dije que ella no quiere nada con él, entonces me dijo que hablará con él.
—Andrea vino a hablar conmigo.
—¡¿Andrea?!
—Si.
—¿Qué quería?
—Es que ellos también están muy preocupados por Alejandro, por sus actitudes.
—