- Deberías cambiar esa cara de idiota que llevas - Se burló de mi Luciano. Había llegado justo a tiempo para ver como no le quitaba los ojos de encima a Chloe, incluso mientras jugaba con Dylan. Y pensar que algunas mujeres piensan que los hombres somos mono focal.
- ¿De que hablas? - volví mi atención a Dylan que se lanzaba temerariamente desde el punto más alto del juego rodando sin control.
- Sabes, para ser el soltero de oro eres bastante inseguro en el que respecta a tu prometida.
- No, no lo soy - asegure sin siquiera mirarlo.
- Si, si lo eres - ataco nuevamente.
- ¡Que no! - alce la voz, algo comenzaba a picar en mi cuello.
- Pero mira nada más, no están algo creciditos para estar discutiendo como niños - se burló mi hermana desde el jardín donde se mantenía sentada observándonos con Max entre los brazos.
- Te amo linda - le grito mi cuñado, y ella sonrió como boba volviendo su atención a Max.
Tiempo atrás este tipo de escenas solían causarme escalofríos, supongo que aho