Narrador. Hotel Boutique Casa Del Poeta, Sevilla, Andalucía, España, 2024. Muchos movimientos se estaban produciendo mientras Kiora y Coorah, vivían un pequeño descanso de su ajetreada vida en la casa de la última, antes de que tanto el marido de Coorah, como el prometido de Kiora, las reclamaran como sus compañeras de vida, cambiando todo lo que ellas habían conocido hasta ahora. Ambas se lo tomaban con actitudes diferentes, mientras Coorah a cada segundo que pasaba sin su Adonis italiano, lo echaba cada vez más de menos, y estaba deseando que regresara, para mudarse a su nuevo hogar, que ella supervisaba con mucho cuidado, y amor, Kiora, por el contrario, estaba llena de dudas, lo único que tenía claro era que no se iba a echar para atrás, se lo debía a su prima, además tras la última conversación con su Pepito Grillo particular, alias Dulce, se había dado cuenta de que no le era tan indiferente a ese maldito empresario, que ahora era su prometido, como trataba de demostrar a los
Coorah. Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, Sevilla, Andalucía, España, 2024. - “Estoy en Sevilla, pasaré por tu casa esta noche, espero que me recibas como se debe.”- ese fue el escueto mensaje que recibí de mi tío, que me había mandado a mi móvil. Después de horas de supervisar a mi paciente, tras el postoperatorio, sin ninguna incidencia, móvil en mano, me fui a cambiar, ya había terminado mi turno, fue en ese momento cuando descubrí el mensaje que me había dejado mi tío Ducal, justo cuando terminaba de quitarme el uniforme, y comenzaba a cambiarme en los vestuarios femenino, habilitado para el personal médico. No tengo que decir, que me fastidió el mensaje, mi padre o mi tío nunca venían con buenas intenciones, seguramente Kiora había recibido el mismo mensaje, y ahora mi prima, estaría muerta de ira, buscando alguna excusa para eludir lo que yo ya suponía que iba a ser una exigencia de su padre, sus días de tranquilidad habían terminado, toda la presión, y las
Fazio. Aeródromo de Los Alcores, Sevilla, España 2024. -” Está todo preparado, Don De Falco, el Consigliere lo ha dejado todo listo, su coche le está esperando, en menos de una hora estaremos en la casa de la señora De Falco.”- me dijo uno de mis hombres, mientras descendía del jet que Renzo, mi cuñado, y mano derecha, había alquilado, a orden mía, para sorprender a mi esposa, llegando casi cinco días antes de lo previsto. Sinceramente estoy agotado, he tenido que, prácticamente, no dormir para realizar todas las reuniones que tenía prevista, sobre todo con las tres familias que me faltó conocer, en mis diez años de preparación para sustituir a mi padre, y al mismo tiempo, reafirmar la fidelidad del resto de familias que trabajaban para nosotros, tanto en Estados Unidos, como en Europa. Iba pensando que aún me quedaba un último viaje que haría el próximo mes, ya que sólo me faltaba la visita que tenía que hacer a Johannesburgo, en Sudáfrica, para reunirme con los De Santis, una
Narrador. Suite de Dural Bell, Hotel Boutique Casa Del Poeta, Sevilla, Andalucía, España, 2024. -” Hola tío Dural, mejor, para vernos, te invito a cenar en el restaurante Abantal, esta noche, es un restaurante muy prestigioso de Sevilla, pronto te envió la hora, cuando la confirme, avísame sí no tienes inconveniente.”- fue el mensaje que un sonriente, y algo molesto, ante la complicación que esto suponía para sus planes, que Dural Bell recibió de quién consideraba “su niña”. Su idea inicial era ver a Coorah, había surgido esa noche de la oportunidad, y también de la improvisación en un principio, pero con el paso de las horas, el plan, que nunca ejecutó, pero que había pensado hace muchos años, fue tomando de nuevo fuerza en su mente. Al principio no lo había llevado a cabo por respeto a su hermano, es verdad que ese plan surgió de la desesperación de perder a su amada niña hace tres años y de su idea que al final Coorah sólo era una mujer, en el fondo ni ella sabía lo que era l
Coorah. Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024. -” Esperadme fuera, no quiero que mi tío sepa que tengo protección privada.”- fue lo primero que le dije a Bruno. El era el encardado, el jefe, del grupo de seguridad que Fazio me había puesto, y esto fue lo que le dije nada da más salir del coche, justo cuando estábamos delante de la lujosa puerta de entrada del restaurante, donde ya una especie de conserje con un uniforme muy bonito, con gorra incluida, y muy solicito, nos miraba con una sonrisa de bienvenida, esperaba con educación, para abrirnos la puerta, del prestigioso local, mientras daba instrucciones a los valet que se encargaban del aparcamiento de los coche. -” Discúlpeme, señora De Falco, eso es imposible, debemos estar alerta a cualquier tipo de situaciones que se presente y no podemos...”- tuve que interrumpir a Bruno. No quería discutir con él, pero ante el enfrentamiento que me esperaba necesitaba estar concentrada, y no tener que estar pendiente de o
Coorah.Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024.Por un segundo, una ilusión rápida, que me hizo creer que lo había visto en la cara de mi tío lo había imaginado. Tuve la sensación de que, la sonrisa de mi tío, se le borraba de sus labios, mientras tensab
Fazio. Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024. -” Código rojo, barrera a la dama.”- fue lo primero que se oyó por la radio del coche, nada más llegar a la entrada del restaurante, mientras uno de mis hombres me habría la puerta del coche, para que yo saliera con rapidez. Casi de forma consecutiva, al anuncio de la radio, sonó mi móvil, la llamada era de Piero, mi caporegime, confirmándome que, el código de peligro sobre mi esposa era real. Sin pensarlo, descolgué el móvil mientras me dirigía con rapidez a la puerta del restaurante. -” Don De Falco, han tenido que intervenir, la señora De Falco se ha desvanecido, sin razón aparente, y justo después de solicitar mediante señas, que interviniera Bruno y sus hombres, ahora se encuentra inconsciente, la están sacando del restaurante.”- Las últimas palabras de Piero, mi cuñado, coincidieron con la apertura brusca de la puerta, donde Bruno con mi mujer en sus brazos, algunos camareros, el maître, y sus hombres salían ráp
Fazio. Cortijo Bello Amore, propiedad del matrimonio de Coorah y Fazio De Falco, afueras de Dos Hermanas, Sevilla, Andalucía, España, 2024. Cuando llegué a la propiedad, que pronto sería nuestro hogar, lamenté que mi primera visita a mi hogar, el que muy probablemente vería crecer a mis futuros hijos, y donde pensaba pasar la vida con la mujer que amor, fuera motivada por la desagradable “entrevista” obligada que tenía esta noche. -” ¿No habrán llevado a nuestro invitado a la casa principal? ¿A mi futuro hogar?”- pregunté para asegurarme que mis hombres habían hecho las cosas como debían de hacerlas. Desde hace años, antes de que yo naciera, o mis hermanas, una de las reglas que surgió, y que se mantiene hoy en día, en la familia De Falco, y en todas las familias fieles a nosotros, es la orden que había impuesto mi fuerte y decidida madre, la segunda Dama de los De Falco, donde prohibía que toda acción de castigo, ajuste de cuentas, o venganza, que tuvieran que ver con los negocio