Capítulo 20. La transformación medida, de una mujer a una Diosa. 2.
Coorah.
Crucero Sovereing, de Pullmantur, Mediterráneo Occidental, 2024.
-” ¿Quéee? ¡Maldito cabrón! ¿Podemos darle una paliza? ¡Dime que podemos darle una paliza! Con una llamada a un amigo que tengo en una empresa de seguridad internacional, dos especialistas se encargaran de todo de forma discreta.”- me dijo y tuve que parar su mal genio, porque muy probablemente lo hubiera hecho.
-” No hace falta, al contrario, gracias a ese idiota he conocido a un italiano buenorro, con cuerpo de infarto, y ojos alucinantemente azules. Y por cierto que besa como lo ángeles, y te enciende como si viviera en el infierno.”- le dije con sinceridad, enluciendo contarle lo del pacto.
-” ¿Dime que no te has inventado nada, para evitar que acabé con ese medicucho?”- me dijo.
-” No, te lo prometo anoche dormí con él, en mi camarote, y casi no me puedo levantar esta mañana”- le dije eludiendo los matices de que él durmió en el suelo, además de que la única parte de su cuerpo que toqué fue su brazo, ad