Capítulo 12. Planes al descubierto.
Al otro lado de la línea, una gran sonrisa se dibujó en el rostro de su compañero y amigo.
“Ya sabíamos nosotros que no podías haber muerto, Conrado estaba enviando a Loras para que viajara a los Estados Unidos e investigara tu accidente, dijo que tú no eras un hombre descuidado, que pudiera resbalarse accidentalmente y romperse el cuello y tampoco eras de los qué te rendías”.
—Y así es, intentaron asesinarme, y creo que fue mi esposa, por eso tengo que seguir haciéndoles creer a todos que estoy muerto mientras investigo, pero para eso necesito una nueva identidad, dinero, un investigador que tengan aquí y me recomienden, y por supuesto a Loras porque es mi persona de confianza.
“Cuenta con todo eso, en cuánto a Loras, déjame y le pregunto al jefe” respondió Dino, quien no tuvo que preguntar mucho por qué allí estaba su jefe y le quitó el teléfono.
“¿Estás bien?” preguntó Conrado su antiguo jefe.
—No tanto, debo tener unas costillas fracturadas, no estoy seguro… me salvó una chica, es