Por Alberto
La carita de Clara me conmovía muchísimo.
Todo me decía que podía confiar plenamente en ella.
Sin embargo, iba a ir con cautela.
Clara me podría juzgar por mi aspecto, aunque estaba vestido en forma sencilla, tampoco podía disimular totalmente que era un hombre de dinero, mi reloj, mi celular y otros detalles, hablaban por sí mismo.
La madre de Ricardito no parecía prestar atención a nada que no fueran mis palabras.
- ¿Cómo puede estar seguro?
-Mis abogados investigaron todo, es una larga historia, pero en un momento desconfié y cuando tuve la oportunidad me hice un análisis de ADN y lo comparé con Ricardito.
- ¿Así se llama?
-Sí…
Clara asintió, seguramente ella le hubiera puesto otro nombre, pero Vivián, fría y calculadora, le puso el nombre de mi padre, ya fallecido.
Mi ex esposa es manipuladora, porque estoy seguro de que, si el bebé hubiera sido niña, ella a pesar de lo mal que se llevaba con mi madre, era capaz de llamarla Ednita.
-Linda, por mis investigaciones, me