‘Has caído en su trampa, Eva.’ Me digo mentalmente, observando como él sonríe porque apenas me he dado cuenta de su trampa.
Es por ello que camino directamente hacia él, pero, su mirada me dice que si hago algo como eso, lo más probable es que termine siendo follada por el hombre que tanto se ha esforzado el día de hoy por hacerme feliz.— ¿Qué pasa, querida? ¿No vendrás a reclamarme?— Es eso lo que quieres, ¿verdad?— ¿Se nota mucho?— Sí, solo te falta un cartel para que sea más obvio. — digo y él me sonríe.— Entonces, ¿Qué piensas hacer?‘No tienes muchas opciones, Eva. Porque por mucho que los chicos te respeten, nadie vendrá a tu rescate.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué quieres, Arnold?— Solo deseo que tengamos un mome