Todo quedó completamente destruido, pero negándome a derrumbarme por culpa de aquel desgraciado, lo que hago es agarrar ropa de trabajo y seleccionar las herramientas de limpieza, para ayudar al personal a organizar todo.

— ¡Señora Eva! ¡¿qué piensa hacer?! — pregunta las empleadas tan escandalizadas que me causa risa.

— Chicas, no se alteren porque voy a hacer un poco de trabajo. Solo dejen que también haga parte de los arreglos del negocio.

— Usted nos contrató para…

— No las voy a tratar como esclavas, si eso es lo que piensan de tener un empleador. Así que, mejor coloquemos música y limpiemos todo esto con toda la energía positiva posible. — digo y las chicas miran con temor hacia un punto en específico.

Por eso, me giro sabiendo quién puede ser el causante del pánico en la mirada de las chicas y confirmó