Apenas llego todos se colocan de pie y salen a la gran zona verde de la primera propiedad que pisé después de ser secuestrada y nombrada como la mujer de Arnold.
— Bienvenida a casa, jefa. — dicen todos al unísono.— No necesitan tanto formalismo. Como lo saben, estamos contra el tiempo y yo ya no puedo seguir ocultándome, así que, vengo aquí para pedir su ayuda, porque sé que no puedo hacer esto sola.>> Claramente, no soy una mujer competente para el cargo, pero, soy yo o mi hijo que apenas está cumpliendo un año, porque ya sabemos lo que le pasó al consejero y yo no quiero que esto se vuelva una masacre cuando podemos defendernos.— Cuente con nosotros para lo que necesite.El alivio me invade porque aunque ellos saben que no soy alguien capacitado, no me abandonan. Así que, con mayor seguridad los observo, porque si ellos confían en mí