‘Entonces, me tocará enfrentarme a todo lo que suceda sola. Arnold va a estar en mi vida de forma directa o no, porque es la única forma de poder brindarle seguridad a mi hijo.’ Me digo mentalmente.
— No puede ser posible. — digo con tristeza.— Lo siento, Eva. Pero, tenemos un trabajo del que hacernos cargo.— ¿Alondra también va a marcharse? — pregunto sintiendo que he quedado completamente sola.— No, Eva. Ella quiere continuar trabajando para usted.— Eso es un alivio. — susurro menos angustiada.Mi corazón se siente en calma, al menos cuento con Alondra para cuidar a mi hijo mientras yo entreno para ser la protección que mi hijo necesita.— Entonces, les agradeceré que no me dejen a la deriva cuando necesito tanta ayuda.— Usted siempre necesitara ayuda. — dice Naela y yo no lo doy por imposible.— Tien