Miro con odio al hombre que gira a mi alrededor para observarme desde cada ángulo, pero, apenas queda frente a mí, disimulo mi malestar, para caminar lejos del hombre que me desagrada.
— Espera un momento, al menos deja que te diga algo bonito. — dice él y yo lo ignoro.— Sabes que no estoy interesada en escuchar tus palabras vacías y lo sabes.— No seas amargada, Eva. Recuerda que en el pasado nos divertimos mucho.— Bueno, dejó de ser divertido cuando me hiciste toda una escena de celos donde supuestamente yo te fui infiel con un primo tuyo. Pero, ¿sabes? Si fuera una chica inmoral y por ello, sería capaz de serte infiel, no sería con un primo desconocido, sino, con alguien que conocemos… alguien que me has presentado y es un chico agradable.— ¿Se puede saber quién es esa magnifica persona? — pregunta él sonriéndome.&l