6 MESES ANTES
Aquella tarde, en cuanto Cordelia atravesó la puerta, Eleanor percibió en su rostro la frustración, sin embargo, cuando se plantó frente a ella, su amiga rápidamente fingió una sonrisa.
—¿Cómo te fue? — le preguntó.
—No hubo mucho trabajo, pero pude comprar algo de comida — dijo mientras sacaba un pedazo de pan y queso de su bolso, y los ponía sobre la mesa. —Supongo que es por la temporada.
—No hay que engañarnos, Cordelia. Ambas sabemos que es por mis hijos.
Eleanor volteó a ver a sus gemelos, ya habían cumplido un año de nacidos, ambos estaban recostados sobre una colchoneta de heno, recién se habían quedado dormidos, se veían tranquilos y seguros, por lo que su corazón rápidamente se llenó de ternura, pero al mismo tiempo de preocupación.
Ya había empezado a notar como el resto de personas miraban a los niños, al principio pensó que era curiosidad porque se trataban de gemelos, sin embargo, pronto reconoció en las miradas el miedo y el repudio, era exactamente el tip