—¿Ya lleva mucho tiempo adentro?
—Casi una hora —respondió uno de ellos.
Celeste inmediatamente apretó fuertemente su bolso.
Una hora...
¿Qué le había pasado exactamente a Marisela? ¿Acaso la mataron directamente durante el secuestro? ¿Su vida pendía de un hilo?
—¿Pueden los doctores salvarla o no? Voy a traer otros especialistas para tratarla —dijo Celeste.
Después de decir esto, inmediatamente sacó su teléfono para hacer una llamada. En ese momento llegó Lorenzo, desalentado y con expresión indiferente:
—No sirve de nada traer a nadie, ¿acaso los Cárdenas no pueden pagar especialistas?
Celeste volteó la cabeza y vio al recién llegado, completamente abatido, como un alma en pena.
También pensó en que Lorenzo no paraba de hacer llamadas. Si Marisela estaba en la sala de emergencias, ¿por qué él no se quedaba afuera sino que tenía ánimo para estar haciendo llamadas constantemente?
—¿Por qué no sirven los especialistas? —preguntó Celeste.
—Marisela fue drogada, con un tipo de droga muy p