Capítulo 58
Por la noche, como siempre, Lorenzo fue a acompañar a Isabella después del trabajo antes de volver a casa, otro día sin visitar a Marisela.

Esta noche había tenido una reunión social y había bebido un poco. Con el estómago molesto, se sentó a la mesa, y de repente recordó la imagen de Marisela trayéndole personalmente una sopa para la resaca.

También recordó cómo le daba consejos detallados, como una madre protectora, y cómo después de ser regañada, se quedaba callada esperando pacientemente a un lado.

Pero al volver a la realidad, la casa enorme estaba vacía, sin rastro de otra persona.

Lorenzo frunció el ceño, notando que últimamente pensaba en Marisela con demasiada frecuencia, lo que le disgustaba.

Se levantó para tomar medicina y servirse agua, cuando notó que faltaba algo.

Momentos después, se dio cuenta de que era el vaso que Marisela usaba habitualmente.

No le dio mayor importancia, solo era un vaso, pero al ir al balcón a recoger la ropa, descubrió que también habían desaparec
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