Isabella le había puesto drogas, y Daniel había seguido la corriente, buscando una compañera de cama temporal.

Si ese era el caso, entonces no había que preocuparse por que él no entregara a la mujer. Mujeres, él podía conseguirle cien para reemplazarla.

*

Lorenzo había venido a trabajar a la empresa y había aparecido en las reuniones. Todos los subordinados expresaron su preocupación y compasión, efectivamente viendo que el estado mental y el color del rostro del señor Cárdenas no se veían bien.

Al escuchar a los líderes hablar de esto durante el descanso para el té, a un lado, Leonel resopló fríamente un par de veces.

No era que estuviera enfermo, sino que había estado en detención.

Qué lástima que no pudiera revelarlo inmediatamente, pero ya tenía toda la evidencia preparada, solo faltaba la chispa final.

—Señor Leonel, ¿cuál es su opinión? —se acercó Rufino servilmente.

Ahora todos los líderes grandes y pequeños del departamento de marketing ya conocían su identidad, todo gracias a