Leonel sonrió, en ese momento Rufino se acercó, él cambió la página de la computadora.
—Señor Leonel, el cambio de grupo del proyecto que solicitó ya está arreglado, mañana por la mañana tiene que ir a Tec Prosperidad para discutir conjuntamente el desarrollo del mercado de plataformas en línea —dijo Rufino en voz baja.
Leonel asintió, indicando que lo sabía.
Él también debería encontrarse con su cuñada.
No, mejor dicho, su ex cuñada.
Eso no importaba, aunque se hubieran divorciado, ¿no seguía Lorenzo amándola perdidamente?
Hasta había podido difamar que él tenía problemas en ese aspecto por ella, simplemente no podía amarla más.
Así que cuando tanto la empresa como la mujer fueran suyas, Lorenzo definitivamente se descorazonaría completamente, no podría aceptar el golpe y se volvería loco, ¿verdad?
Los ojos de Leonel brillaron con astucia, tenía que adelantar todo su cronograma, lo más urgente ahora era mostrar resultados.
*
En ese momento, en la oficina de asistentes del último piso.