En ese momento, del otro lado.
Marisela le mandó a Celeste la ubicación del restaurante que había reservado, para que se la pasara a Ulises.
[Si el señor Bustamante tiene tiempo que venga, si no quedamos para otra ocasión.] escribió Marisela.
Celeste le respondió: [Claro que tiene tiempo.]
Marisela vio el mensaje, reflexionó unos segundos frunciendo ligeramente los labios, y luego preguntó:
[¿No lo estarás obligando verdad? Si ya tenía planes, mejor vamos tú y yo mañana a comer.]
Celeste le respondió directamente con audio, como si escribir fuera muy lento para expresar todo lo que quería decir:
—No lo obligué, cuando se lo dije inmediatamente preguntó si era almuerzo o cena, obviamente no tenía otros planes.
—Te digo que Ulises es horrible, me preguntó si yo también iba a ir, le dije que sí, ¿adivina qué me dijo?
—¡Dijo que me había comido gratis varias veces contigo! ¡Y que antes también comía gratis en tu casa!
—...Aunque la verdad sí es cierto, pero bueno, de ahora en adelante te i