Marisela asintió con un "ejem" y dijo:
—¿No dijiste que él estaba hablando tonterías? ¿Queriendo insinuar que tú pagaras?
—Sí, así lo entendía al principio —dijo Celeste.
—Pero de repente se me ocurrió algo.
Marisela se quedó confundida.
—Germán dijo que Ulises también iría al almuerzo, ¡así que...! —Celeste habló deliberadamente lento, deteniéndose ahí.
Marisela no sabía qué decir.
Entendía lo que su amiga quería decir.
—¡Alto ahí! —Marisela la detuvo a tiempo.
—Esa es solo una comida entre ellos, no me metas a mí —dijo Marisela.
Celeste sonrió con malicia, alargando el tono: —¿Quieres apostar, Marisela?
Marisela: —No hay nada que apostar.
—Ya, no especules más, ¿no tienes que ir a trabajar? Dejémoslo aquí por hoy —dijo Marisela nuevamente, queriendo colgar.
—La empresa es de mi familia, voy a trabajar cuando se me da la gana~ —declaró la señorita rica con altivez.
Marisela no sabía qué decir.
—Te niegas tan rápido, ¿no será que tienes mala conciencia? Jajaja~ —dijo Celeste del otro l