—Dijiste: "¿Vestida así para quién? ¿Coqueteando? ¿O vas a hacer la calle?"
Lorenzo se detuvo bruscamente, se le cortó la respiración.
¿Esas palabras... las había dicho él?
¿Realmente había podido decir algo tan cruel?
—Entonces Lorenzo, ¿qué es lo que quieres exactamente?
Esos dos años, ¿no hice lo que me pedías? Y ahora resulta que dices que "antes yo no era así" —dijo Marisela respirando profundo para controlar su ira.
—¿Qué pasa, ahora que me separé de ti ya no puedo ni vestirme libremente? —le preguntó.
—No es... —Lorenzo negó instintivamente, pero no pudo encontrar palabras para defenderse.
Se esforzó por recordar esas palabras venenosas que había dicho, parecía que efectivamente había pasado, sintiéndose aún más culpable y arrepentido.
Cuando recién se casaron, lo habían obligado a casarse con Marisela, solo sentía odio e impaciencia hacia ella, naturalmente podía decir cualquier crueldad.
Si hubiera sabido lo de hoy, jamás habría sido así. Cada palabra que había dicho entonces