La adolescente se inclinó acercando su cara a la del chico que dormía profundamente. Alison se fijó en las facciones perfectas de su cara, parecía intimidante a pesar de lo increíblemente guapo que era pero impactada notó que era el mismo chico al que le habían hecho daño por su culpa.
—¿El cachorro? ¿P-pero cómo es posible?
Tenía la misma herida que ella misma había limpiado aunque literalmente de la noche a la mañana había crecido totalmente.
Él se movió en medio de su sueño murmurando unas palabras que ella no entendió.
Alison suspiró quitándole la cadena como había prometido.
Su corazón comenzó a latir mucho más rápido al notar que la frazada que lo cubría se había deslizado un poco mostrando el pecho amplio y desnudo del chico. Ahora parecía más… proporcionado.
Alison echó un vistazo por su cuerpo con curiosidad sintiendo como sus mejillas enrojecían totalmente.
—¿Qué me pasa? Es un cachorro… ¿O no?
Ella vio que una lágrimas caía por su mejilla hasta llegar a sus labios carnoso