—Te explicaremos después —afirmó la hembra mirando a Aisha a modo de disculpa—. Pero realmente no hay tiempo.
Tus ojos azules se desviaron hasta Kieran quien la observaba con atención.
—¿Recuerdas la historia que te conté sobre los ancianos?
Kieran apretó la cintura de Aisha a su lado antes de asentir con la cabeza.
—¿Qué pasa con ella?
—Resulta que otra de las cosas de las que no tenían idea de ancianos del Mirador del Valle era de que Alastar podía convertirse en quien quisiera y engañar a los lobos creando una ilusión falsa, apoderándose de sus cuerpos para llevar a cabo sus planes. Eso era lo que había hecho con Roderik Morningstar, había creado una ilusión perfecta y todos habían caído en su plan. ¿Quién mejor para acercarse a la familia DeRos más que el destinado prometido de Aisha DeRos?
—¿Prometido? —la pregunta salió como un gruñido furioso del macho.
—¿Sí era mi prometido? —indagó asombrada la hembra pero al mirar su mano la marca había desaparecido.
—Lo era, pero so