Irina.
- “¿No crees que este vestido es demasiado exagerado?”- pregunté nerviosa mirándome en el espejo, a Ava, mientras sentía que los nervios me agarrotaban la garganta.
- “No, no lo creo, además ¿de qué te quejas? sí lo elegiste tú.”- me dijo mientras continuaba colocándome el bajo de la fald