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Chapter 11: Aprender de tus errores

Auracio

Nos damos la vuelta para ver a la entrada de la cocina, a Marco y Marianne que nos miran atónitos.

- Auracio, ¿no deberías estar en otro lugar, que aquí?

- Esta... cabeza hueca nos ha interrumpido.

- Haha

Él estalla en risa.

- ¡No es gracioso!

- ¿A dónde la llevas así?

- Al sótano. Va a aprender a respetarme.

La arrastro detrás de mí.

- ¡Alto, tenemos trabajo que nos espera, por favor no caigas en su juego!

Marianne intenta hablar, pero no la dejo tomar la palabra.

- Es porque se despertó en una cama que se cree una gran dama. Espérame en la oficina, ya voy.

La levanto sobre mi hombro y bajo con ella. Ella sigue debatiéndose, gesticulando en todas direcciones, no importa, aprieto sus nalgas:

- Hay que reconocer que tienes un buen trasero, me haré un placer de sonrojarlas más tarde, son suaves como desearía.

- Eres un pervertido, no obtendrás nada de mí, prefiero entregarme a alguien más que a ti.

Me quedo paralizado, la hago bajar y la empujo contra la pared.

Ariane

Me aprieta la garganta, sus labios están a unos centímetros de los míos, habla con una voz rasposa, sus ojos, que si fueran un arma, me atravesarían de parte a parte:

- No te darás a nadie más que a mí, espero hacerme entender, me perteneces cuerpo y alma, eres mía y de nadie más, si te veo acercarte a menos de un metro de uno de mis hombres, lo mato, y... tú, no podrás ver la luz del día. Te lo prometo.

Me besa brutalmente, transmitiéndome toda su rabia, su furia. Soporto sin resistirme, demasiado impactada por su reacción. No creía que fuera tan celoso.

Al llegar frente a una reja, la abre y me lanza al suelo, el lugar está sucio, maloliente, ¡es tan asqueroso!

Intenta irse cuando me aferro a él, agarrando sus pies:

- No puedes dejarme aquí, está tan sucio y huele mal, prometo que me comportaré.

- Demasiado tarde, quédate aquí para meditar sobre tu comportamiento. Si eres buena, en dos días vendré a buscarte.

- ¿Qué? ¿dos días? No tengo intención de quedarme aquí dos días.

- Sin mi consentimiento, me gustaría ver quién se atreverá a sacarte de aquí. Veo que aún no has entendido nada: yo hago la ley aquí, hago y deshago lo que quiero, más te vale dejar de faltarme al respeto si no quieres alargar tu estancia aquí, soy el maestro indiscutido de toda Italia, incluso si llegas a escapar de esta casa sin mi consentimiento, nunca podrás salir de Italia. Así que, mi reina, aquí tienes tu nuevo castillo, tienes 48 horas para pensar en cómo planeas pasar el tiempo aquí, en el sótano o en el piso. Espero que esta estancia te permita aprender de tus errores y no volverme a faltar al respeto.

- Idiota, bastardo, ¿crees que al encerrarme lograrás llevarme a tu cama más rápido? Tienes un largo camino por recorrer.

- No te preocupes, tengo todo mi tiempo. Durante estos dos días serás alimentada con agua y pan duro.

Cierra la celda, dejándome sola en la oscuridad. Veo ratas y cucarachas que se pasean aquí y allá. Afortunadamente para mí, pocas cosas en este mundo me dan miedo.

¿En qué lío me he metido otra vez? ¿No podía ponerme un poco en pausa? Haaa Ariane, siempre buscando el pequeño detalle.

No tiene ningún respeto por nadie, y quiere que lo respete, ¿qué es esto?

Puede poner mi respeto donde le plazca, idiota, idiota, idiota, no pierde nada por esperar, le devolveré golpe por golpe. No ha nacido quien me someta. gnin-gnin-gnin... respetar mi trasero.

- ¡jajaja! ¿crees que te voy a respetar? sueñas, querido, sueñas, no confundas tus sueños con la realidad, podrías despertarte muy mal. Bueno, tengo que encontrar una solución para no pasar estos 2 días aquí. ¿Qué voy a hacer? ¿hum?. ¿Hacerle creer que me estoy ahogando? ¿Que me muero? Vendrá a liberarme, mientras no me haya tenido, tengo valor para él, sí, eso puede funcionar.

Auracio

Subo tranquilamente las escaleras silbando, Auracio 1: Ariane 0. Cuanto más rápido entienda su lugar, mejor será. ¿Por qué estoy feliz?

Ella me impidió tener relaciones. Entonces, ¿por qué estoy feliz? Porque está castigada, no vendrá a molestarme, hoy ni mañana. Hahaha, es demasiado placentero.

Me siento en mi sillón y miro a los tenientes y amigos.

- ¿Qué es esta historia de la mujer que secuestraste? No es habitual en ti. ¡Debe estar bastante bien!

Me dice Fernando, Philippe me mira, esperan una explicación.

- No es asunto de ustedes, es una pequeña impertinente que me hará un placer someter, le enseñaré buenos modales, va a aprender a respetarme.

- Pensé que querías tener relaciones con ella. ¿Cuál es el vínculo con el respeto? Ten relaciones y basta, dice Philippe.

- Ella no quiere.

- Ja, ja, ja

Se ríen a carcajadas.

- Ahora lo entiendo, estás enojado porque no aceptó acostarse contigo la primera noche, ¿verdad? ¿O es porque no ha caído en tu encanto como las demás? Es su derecho si no quiere acostarse contigo, no por eso la vas a secuestrar.

- Por supuesto que no, me dio una bofetada e insultó, yo, el gran Auracio: la muerte, a quien todos temen, algunos tiemblan al verme, otros se hacen en los pantalones, ¡y esta pequeña que apenas ha dejado los senos de su madre quiere enfrentarse a mí! ¿¿Ustedes creen eso??

- Auracio, no seas pueril, solo es una niña.

- Que tiene la lengua muy suelta...

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