Ariane
Tres meses después
- ¡Mi rey! ¿Dónde estás?
Me incorporo con dificultad en la cama,
maldita sea, no sabía que iba a volverme tan enorme, ¡sólo tengo siete meses de embarazo y parezco una ballena!
- ¡Auracio! Te juro que si no vienes a ayudarme a salir de la cama, te lo haré lamentar.
Finalmente sale de la ducha y se acerca rápidamente para ayudarme.
- ¿Puedo saber qué estabas haciendo allá adentro todo este tiempo? Te pasas en la ducha como si tuvieras tres personas.
- También estoy lavando la parte de los trillizos. Alguien tiene que lavarlos, ¿verdad?
- Te estás volviendo loco, parece. Tus trillizos que has puesto en mi vientre me hacen ver aún más gorda que una ballena.
Mira cómo me he vuelto fea por tu culpa, todo esto es tu culpa. Te juro que te lo haré lamentar si vuelves a hacer algo así. Ayúdame a incorporarme.
- ¿Sabes que te vuelves más hermosa día a día? Eres magnífica, querida.
- Tus mentiras ya no funcionan, mentiroso. Cada mañana, aumento de volumen y de