Ariane
Ella finalmente me mira, sus ojos están rojos.
- Cuéntame lo que hizo.
- Me engañó.
- ¿Cómo que te engañó?
Vino con otra chica aquí y los vi besándose.
- ¿No? No hizo eso.
- Sí, la vi subir a su habitación, no tuve la fuerza para ir a confrontarlo.
- Ese desgraciado, me va a pagar, ya le había advertido que si te hacía daño, me iba a oír. Lo haré arrepentirse, querida. Me encargaré de todo.
- No, no quiero que te involucres en esta historia.
- ¿Y por qué no? Te hace llorar, debe probar mi puño.
- No va a probar nada. Déjalo en paz.
- Es la voz de la enamorada la que habla. Si cierras los ojos ante esta historia, lo volverá a hacer una y otra vez.
- Lo sé, no tengo intención de cerrar los ojos ante esto.
- Lo espero por ti, porque no quiero verte llorar todo el tiempo.
- Pasará.
- Te traeré una sopa bien caliente, te hará bien.
- No hagas nada más que eso.
- Regreso.
Voy a la cocina para pedir que le preparen algo delicioso.
Luego, voy en