Ariane
Abro los ojos, nos miramos, pero mis ojos comienzan a nublarse ante la avalancha de emociones que caen sobre mí, una multitud de torbellinos pasa por mi cerebro, no veo nada.
Me vuelvo ciega en el transcurso de un minuto, voy bajando suavemente de mi atalaya. Fue mágico.
Él se desplaza suavemente de mí, tengo los ojos cerrados, ahora tengo vergüenza de haber disfrutado tanto de los potentes movimientos de cadera de aquel a quien insulté por ser viejo.
Se sienta a mi lado y levanta mi cabeza para que pueda mirarlo.
- ¿Estás bien? ¿No te ha dolido demasiado?
Agito la cabeza, con los ojos aún cerrados.
- Mírame, quiero ver tus hermosos ojos, princesa, abre los ojos.
Abro lentamente mis ojos, él me observa, buscando saber si efectivamente estoy bien.
- Estoy bien, has sido muy dulce.
- Gracias a Dios, pensé que te había dolido mucho.
- Pero sí, me dolió mucho, pero ya pasó.
- Te prepararé un baño, vuelvo enseguida, me besa y va a la ducha.
Auracio
Llegando a la ducha, abro el grifo, echo los sales relajantes y empiezo a hacer el baile de la victoria... sí, sí, sí.
Yo, Auracio, hago el baile de la victoria... estoy feliz, muy feliz, irremediablemente feliz.
Lo hice, estuve con ella, y supera todas mis expectativas. Estoy volando.
Me encanta la sensación de volar, de flotar.
Haaaaa, Ariane, si supieras el efecto que me haces.
- ¿Estás bien ahí dentro?
- Sí, cariño, ya voy.
Salgo rápidamente para levantarla y ponerla en la bañera.
- Descansa un poco, voy a buscar comida y a cambiar las sábanas.
- De acuerdo, pero hazlo rápido, tengo hambre.
- Mejor di que ya me extrañas.
- No pierdes el norte, tú.
Me pongo mi pantalón corto y abro la puerta, para encontrar la comida en la entrada, una comida digna de un rey. Tomo la bandeja y cierro la puerta.
- Cariño, ¿te traigo la bandeja allá donde vamos a comer en la habitación?
Tomo fotos de la sábana ensangrentada por la ruptura de su himen, miro mi sexo y le digo que ha hecho un muy buen trabajo. Pero no ha terminado, y él ya está listo para atacar.
Siempre listo para el ataque.
Ariane
M****a, creo que le gustó hacerme el amor, para alguien que me dice que me iré en cinco meses, ya está completamente en el papel de novio. ¿O es porque le gustó ser el primero?
- Lo llevaré a la habitación,
- De acuerdo, cambio las sábanas y te alcanzo.
- Ok
Me encuentra unos minutos después, se coloca frente a mí, entra en la bañera, toma una esponja y comienza a frotarme, los pies, las piernas, abre mis muslos y frota por dentro, lo inmovilizo.
- Ve despacio ahí, aún me duele.
- De acuerdo, cariño, iré despacio, dice mientras me acaricia lentamente, toma un tubo, pone un gel en sus dedos.
- Es un analgésico, lo pondré allí, va a aliviar el dolor.
Él mete su dedo en el agua y encuentra su sexo y comienza a masajearme, lentamente, cierro los ojos y saboreo el bienestar que me proporciona.
Luego, vuelve a tomar la esponja y me frota las manos, los brazos, el hombro y los senos, que disfruta provocando.
Finalmente, deja la esponja y con su mano me jabona, me acaricia, siento su boca en mi cuello, que ataca con una infinita dulzura. Gimo.
Lo empujo y me incorporo.
- Déjame también jabonarte.
Él se deja hacer, tomo la esponja, empiezo a lavarlo, aprovecho para acariciar sus anchas espaldas, su rostro fino, su pecho, y... bajo para encontrar su hombre listo para disparar.
Levanto los ojos para mirarlo a los ojos. Tiene una sonrisa de depredador.
- No me digas que ustedes dos nunca descansan.
- Vamos a descansar cuando estemos cansados, por ahora siempre tenemos hambre de ti, me dice acariciando mi pecho.
- Baja las patas, pervertido. Yo también tengo hambre, pero hambre de comida. Así que salgamos para que pueda tomar fuerzas.
- A veces tienes razón, necesitas fuerza para lo que te espera.
Salgo de la bañera y trato de caminar, y no puedo.
- Pero, ¿qué me hiciste? Eres un salvaje, y deja de mirarme como un hambriento, ven a levantarme.
- De acuerdo, princesa, eso es lo que tenía intención de hacer, excepto que me has adelantado, sabes que estoy a tus órdenes, cariño.
- Oh, qué buena broma, todo esto para que coma rápido y tú puedas acostarte conmigo como quieras.
- Está tan bien dicho que no puedo contradecirte.
- Eres un idiota.
- Yo también te amo, cariño. Todo lo que me digas hoy entrará por una oreja y saldrá por la otra.
- Idiota.
- Sí, soy yo.
- ¿Eres serio?
- Claro que soy serio, llámame como quieras, cariño, idiota, bastardo, eso me resbala. Ven que te levante, estoy a tus órdenes, cariño.
Me deja delicadamente sobre la cama, comienza a secarme, luego me coloca bien sobre la cama, y pone la bandeja sobre mis muslos. Él tampoco se viste, está desnudo como un gusano.
- Buen provecho, cariño.
Veo un desayuno muy abundante. Como a mi antojo, de vez en cuando, él limpia mi boca con su boca. Está enganchado, lo juro, río por dentro, él se hace el machito afuera y dentro de la habitación yo soy la reina...
ArianeVeo un desayuno muy abundante. Como a voluntad, de vez en cuando, él me limpia la boca con la suya. Está enganchado, te lo juro, me río por dentro, se hace el macho afuera y dentro de la habitación soy yo la reina. Termino de comer y le pregunto:- Pero no has comido nada, ¿por qué?- Estaba esperando a que tu barriga estuviera llena, ahora que lo está, puedo comer el resto.- ¿No te estás pasando un poco?- No, tu bienestar es lo primero, incluso antes que yo.- Es realmente caballeroso, gracias por la atención.Él vacía rápidamente la bandeja, me da un jugo para beber y va a dejar la bandeja frente a la puerta. Regresa y se lanza sobre la cama,- ¿vamos a hacer una segunda ronda y luego te vas a descansar?- ¿Y si me descanso ahora y luego hacemos una segunda ronda?Él sigue acercándose,- ¿Estás seguro de eso? me pregunta posicionándose entre mis piernas y comienza a besar mi cuello.Cierro los ojos.- ¿Quieres que pare?- ¿humm?Sus manos están en mi pecho jugando con mis
John- Mamá, despierta, no has comido nada en todo el día, ven a ducharte y luego comerás.Ella se levanta y va a lavarse. Espero, cuando ella termina, pongo la mesa y comemos.- Sé que no tienes mucho apetito, pero tienes que hacer un esfuerzo, para tener un poco de fuerza.- Lo sé, hijo, pero es tan difícil. No tengo a nadie más.- Pero, yo estoy aquí.- Lo sé, pero no es lo mismo. Era mi padre, siempre estuvo ahí para mí, siento este vacío dentro de mí.- Lo sé, mamá, pero estoy aquí, va a estar bien. No me separaré de ti aunque me lo pidas. Y he decidido que después de las funerales, vamos a volver juntos. Y no es un tema de discusión, no te dejaré sola aquí.- Pero, no estoy sola aquí, tengo a mis amigos y mi tienda.- ¿Qué tienda? No hay nada ahí dentro.Come, mamá, se va a enfriar.Ella vuelve a comer.Después de la comida llamo a mi mano derecha para darle instrucciones y preguntar si todo va bien allá.Mi mano derecha se llama Auguste, tiene 38 años, nos conocemos desde siemp
AuracioSu mejor amiga.- Voy a hacerme muy amigo de su mejor amiga.Repienso al principio de la y cómo llegamos hasta aquí:Es posible que las mafias tengan sus orígenes en la conquista musulmana, cuando los príncipes cristianos se ocultaron para seguir dirigiendo sus tierras en secreto. Estos antiguos príncipes cristianos podrían ser los responsables de estas sociedades dogmáticas. Estas mafias no fueron conocidas en el mundo hasta la emigración italiana, que comenzará en el siglo XIX, momento en el que el mundo toma conocimiento de este sistema ancestral.La mafia, por tanto, tiene su origen en Sicilia. Aparece en la segunda mitad del siglo XIX. En la primera mitad del siglo XIX, la aristocracia fue cediendo cada vez más terreno a la burguesía en la gestión de las tierras. De manera general, los impuestos han aumentado; las tierras anteriormente reservadas para los pobres fueron confiscadas y privatizadas. Con la anexión a Italia (1861), se suman nuevos impuestos impuestos por el N
Capítulo 1 – Fin de cursoArianeMe despierto con una energía que me recorre el cuerpo como una corriente eléctrica. Hoy no es un día cualquiera: es mi último día de clases. Por fin.Déjame presentarme. Me llamo Ariane Akon Leslie, tengo 19 años y estoy terminando la carrera de Gestión Empresarial. Ha sido un camino largo, lleno de desafíos, pero lo he recorrido con la frente en alto. No tuve atajos. Nada me fue regalado. Todo me lo gané.Mis amigos dicen que soy hermosa. Tengo una figura de reloj de arena, piel morena y un cabello liso que me cae en cascada hasta la mitad de la espalda. Me gusta cuidar mi cuerpo, pero sé que mi verdadero valor no está en lo físico. Soy ambiciosa, determinada. Quiero más.Hoy debo recoger mi diploma, así que no pierdo el tiempo. Salgo de mi habitación, me ducho con agua caliente, dejo que el vapor relaje mis músculos y luego desayuno algo rápido. El día me espera.Vivo en un piso compartido con mi mejor amiga, Marianne. Aunque ahora debería estar de v
Capítulo 2 – AurácioAurácioMi jet aterriza en Las Vegas tras varias horas de vuelo. Nos recibe el mismísimo Sanguinario en persona, una señal clara de cuánto valora nuestra colaboración. No esperaba tanto de su parte, lo admito.Pasamos por el detector de metales. Nos registran con minuciosidad; en este negocio, la confianza jamás excluye el control. Una vez terminadas las formalidades, nos saludamos con un apretón de manos.—Buenas noches. Bienvenido. Espero que hayas tenido un buen viaje.—Muy bien, gracias.—Por favor, sígueme.Frente a nosotros, diez vehículos alineados. Subimos al que ocupa el centro.—He privatizado un edificio entero para alojarte a ti y a tus hombres.¿Te parece bien?—Ya tenía mis propios arreglos, pero en aras de la confianza, acepto. Gracias.—Te dejaré descansar. Nos vemos a las 10 p. m. en mi club.—Perfecto. Me parece bien.Permanezco en el coche unos minutos, esperando la confirmación de mi teniente de que todo está en orden. Cuando me da luz verde, d
El clubAriane- despiértate dormilona..- puta, déjame dormir un poco, tengo mucho sueño, no he podido cerrar un ojo en toda la noche.- si queremos ir de compras hoy, ¡es ahora, ya es mediodía!- ¿Qué? No puede ser.- ¡Oh, sí, Marianne! Entonces levántate y ve a lavarte, yo me encargo del desayuno.- gracias, ¿qué haría sin ti?- Siempre me hago esa misma pregunta... Ella se levanta y se dirige a la ducha. Yo voy a la cocina a preparar un buen risotto. Me encanta ese plato.Marianne y yo nos conocemos desde hace cuatro años, es decir, desde la muerte de mi madre, el conductores borracho era su tío, a quien ella estaba muy apegada. Sus padres todavía viven, pero ella prefirió quedarse conmigo para que nos apoyáramos durante este duelo.Yo ya no tenía nadie con quien vivir, sus padres siempre estaban entre dos aviones. Ella prefirió vivir conmigo porque siempre estaba sola, cada mes sus padres le envían dinero, que comparte conmigo. ¿Creen que no le quiero? Pues no, sí lo necesito y n
Capítulo 4 – Reunión (2)AuracioBajo para encontrarme con John Smith. Nos espera en la limusina, acompañado, como siempre, por mujeres impresionantes. Me acomodo frente a él mientras dos bellezas se acurrucan a sus costados.—¿Bien descansado? —pregunta con una sonrisa relajada.—Lo suficiente —respondo, directo.—Te presento a mis actuales compañeras: Abril y Bretaña.—Buenas noches, señor —dicen a coro.—Buenas noches, bellezime.John chasquea los dedos, y dos mujeres más se acercan a mí: una rubia con curvas letales, la otra pelirroja, con unos ojos verdes que parecen leer el alma.—Para ti, hermano. Megs y Tisha.—Encantado —respondo mientras me evalúan con descaro.—Estás delicioso —susurra Tisha.—Te cuidaremos bien —añade Megs, relamiéndose los labios.—Me parece encantador —digo, conteniendo una sonrisa.El conductor arranca. Veinte minutos después, escoltados, llegamos a un restaurante elegante. Nos ubican en una mesa reservada, apartada del resto. A cada lado, las mujeres n
Capítulo 5 : Reunión 3AuracioElla es magnífica. Tiene ese tipo de belleza que desarma sin esfuerzo. Su piel dorada contrasta con unos ojos de un azul tan claro, tan poco común en una morena, que por un instante pierdo la noción del tiempo. John, sentado frente a mí, nota mi distracción y se gira disimuladamente para no parecer curioso.—¿Estás bien? —me pregunta.—Acabo de ver a la mujer más hermosa de mi vida… y está justo detrás de ti. La quiero.John se da la vuelta para observar. Sus ojos la localizan enseguida y se quedan clavados en ella durante cinco largos minutos. Demasiado largos para mi gusto.—Magnífica —murmura finalmente.Se levanta como si nada y se dirige a las chicas.—Bueno, señoritas, vamos a subir a mi oficina a tomar algo. No tardamos.Me hace una seña para que lo siga. Al llegar, llama a uno de sus guardias y le muestra a la joven en las cámaras de seguridad.—Súbela al VIP+ número 2. Lo que quiera, invítala la casa —ordena.—Sí, señor.¿Pero en qué diablos est