Lisa
Él se detiene y me posiciona de lado, él siempre entre mis muslos, sus labios devoran mis senos, me abraza más fuerte contra él, sigue penetrándome.
Estoy al límite, tomo todo lo que me da como placer, me someto a su salvajismo con devoción.
Él redobla la intensidad antes de eyacular abundantemente dentro de mí, continúa, yo lo alcanzo unos segundos después, estoy empapada, cansada, pero feliz, muy feliz. Él posa un beso en mi nariz.
- ¿Estás bien, no te ha dolido demasiado?
- No, has sido maravilloso, no podría haber soñado mejor, gracias por haber sido tan delicado.
Mi celular suena, ¿quién puede ser a una hora tan tardía?
- Puedes dejarme libre, voy a ver quién llama a esta hora.
- Deja, voy a contestar por ti, tu mano no llega allá, y no quiero salir de tu calor, me siento tan bien dentro de ti, es como estar en el paraíso.
Él toma el teléfono y me sorprende verlo contestar.
- Hola, buenas noches, querido hermano, ¿no es un poco tarde para llamar? Acabas de interrumpir nuestr