Lisa
- Me pertenecerás, dímelo, dime que serás mío en cuerpo y alma.
- Seré tuyo en cuerpo y alma toda la noche.
- Me gusta verte tan sumisa, mira cómo te humedeces para mí, voy a probarte mi amor, quiero sentir tu sabor en mi lengua.
Lo dice mientras se arrastra hacia mí, se coloca entre mis muslos, cierro los ojos impaciente por saborear el placer que me va a dar.
Siento sus dedos acariciar mis labios menores, con sus manos me separa bien los muslos, recibo el primer lametón, gimo de placer, se envalentona
sus fosas nasales vibran, inspira profundamente, el olor de mi humedad,
- Huummm, hueles tan bien, joder.
Sigue dándome placer con la lengua, luego, me introduce un dedo, y me tenso, empieza a hacer pequeños vaivenes, con el dedo, empiezo a relajarme. Me introduce dos dedos.
- Estás tan apretada.
- Espera, ve despacio, soy virgen.
Cuando lo entiende, sonríe de oreja a oreja.
- Lo sé, iré despacio.
Sigue dándome placer hasta que me he gozado en una multitud de espirales incomprens