Tara
Él me aparta, pero veo que está muy tenso, ¿qué quiere que haga? ¿Quiere que me entregue a él antes de que acepte darse a mí? Me da la espalda por completo. Pero me pego a él, mis pechos se aprietan contra su espalda. Ese simple contacto me da escalofríos. Le hablo con voz muy sensual:
- Mike, por favor, haz un esfuerzo, es nuestra luna de miel. Podemos hacer una tregua solo por esta noche. Ya veremos mañana, por favor.
Mientras hablo, le acaricio el pecho, él se tensa, sigo acariciándolo hasta su ombligo. Veo que se resiste, pero no podrá resistirse mucho tiempo. Mi mano llega a su sexo, duro y grande dentro de sus pantalones. Lo acaricio lentamente, él retiene la respiración. Sigo acariciándolo. Mi boca se posa en su espalda y le beso la espalda, empiezo a masturbarlo. Se gira bruscamente y se apodera de mis labios. Me besa locamente. Le correspondo el beso con la misma fogosidad. Mis manos recorren su cuerpo duro, su pecho musculoso. Está tan firme bajo mis manos. Me susurra a