Pamela
Su madre comienza a caminar de un lado a otro en la habitación, nosotros tenemos la cabeza baja, intentamos cubrirnos como podemos porque estamos desnudos. Me pregunto qué nos hará. Tiene su teléfono en la mano y escribe un mensaje, quiero levantarme pero ella me hace señas de que no me mueva. Termina de enviar el mensaje, seguimos de rodillas en la cama, la sábana apenas me cubre. Los tres hombres han escondido sus penes con sus manos. La escena sería cómica si no estuviera entre los que serán castigados. ¿Qué va a pasar?
Y ahí llega su marido acompañado de mis padres. Oh, qué vergüenza. Estoy condenada. Voy a morir esta mañana. Él me va a matar, no sé dónde esconderme. Mi padre entra en la habitación, su mirada me atraviesa, de repente tengo frío. Mi madre abre los ojos como platos y se cubre la boca con la mano en señal de asombro.
- ¡Dios mío, Pamela! ¿Qué has hecho? ¿Te han obligado? ¡Dime qué está pasando!
- Lo siento, mamá, quiero ir a mi habitación.
- No saldrás de esta