Víctor

Nos estamos duchando preguntándonos cuál será nuestra castigo. No tenemos miedo, porque no podrá hacernos daño. Porque no sé qué dolor podrá infligirnos que nos haga sufrir. Durante años, hemos sido entrenados de manera sádica para poder defendernos y superar el dolor físico. Así que podemos soportar semanas de torturas sin soltar una palabra. Nos envió con el general para una formación de tres años. Durante esos tres años vivimos el infierno en la tierra. Regresamos delgados y más fuertes que nunca. Aún recuerdo el día en que nuestra madre nos vio, rompió a llorar. No habló con nuestro padre durante un mes. Le guardaba rencor por hacernos sufrir de esa manera.

Nos vestimos y salimos para encontrarlo en su oficina, que se encuentra en el mismo piso que la de Lucifer. Este hombre siempre me dará miedo. Somos realmente inconscientes: acostándonos con la hija de un hombre como él.

Llamamos a la puerta antes de entrar, mi padre está sentado tras su escritorio, nos observa avanzar