Capítulo 13: Bienvenida

Marco

- ¿Qué le pasa? pregunta Hernández a Marco.

- Está así desde que puso los ojos en esa chica.

- Bueno, que la lleve pronto a la cama para que podamos respirar, ni siquiera podemos discutir con él. Debe haberle hecho un gran efecto para que esté tan gruñón. ¿Cómo es ella? Me gustaría ver cómo es la mujer que logró excitarlo.

- Vamos, que te la presento, te va a encantar, nos dice Marco. No tiene pelos en la lengua.

Nos dirigimos al sótano, ellos están ansiosos por verla.

Arianne

Un guardia viene a abrir la puerta de la celda, está acompañado por tres hombres, reconozco a Marco entre ellos.

- Hola Ariane, te presento a mis colegas y amigos: Fernando y Philippe.

- Hola, señores.

Pongo una expresión muy triste y los miro con los ojos llorosos.

- Pero, ¿qué te pasa, bella?

- ¿Cómo pueden hacerme esa pregunta? Estoy encerrada aquí durante los próximos dos días, ¿cómo quieren que esté? Miren lo que me han dado de comer, prefiero no comer nada, me dejaré morir de hambre. Es mejor para mí reunirme con mi madre en el cielo, ella me recibirá con los brazos abiertos. No quiero más de esta vida, prefiero morir.

- Vaya, es muy fuerte, actúa muy bien, dice Philippe.

- Hola Ariane, yo soy Fernando, no te preocupes, te traeré algo de comer mientras convenzo a Auracio de que te saque de aquí.

- ¿De verdad?

- Sí.

- Muchas gracias, son muy amables, no como el otro.

Sonreímos entre dientes, si supiera, no hay nadie amable entre nosotros.

- ¿Y mi hermana, cómo está?

- Está bien, ha terminado de comer, la llevaremos a conocer la casa. No te preocupes por ella, me encargaré de ella, dice Marco.

- ¡No dijiste que llegó con una amiga!

- Y muy hermosa además.

- No pienses que vas a apropiarte de ella.

- Hola, yo soy Philippe, ¿qué hiciste para acabar en el sótano?

- Nada, solo le dije que hiciera menos ruido cuando lo montaba.

- Cometiste un gran error, nadie le dice a "la muerta" lo que debe hacer. Tienes la suerte de que él te quiere, de lo contrario, ya estarías muerta. Tenlo en cuenta para el futuro, porque un día podría perder la paciencia y matarte, me dice Fernando.

No quieres morir tan joven, ¿verdad?

- No, digo.

- Entonces, sé más prudente en el futuro, intenta darle lo que quiere y no te enfrentes a él, no será bueno para ti, ¿de acuerdo?

- Una vez, una limpiadora lo empujó sin querer, él le apretó el cuello hasta que murió.

- Abro los ojos, asustada.

- Nunca ha secuestrado a una mujer, eso dice mucho del efecto que le haces, así que si logras complacerlo, serás muy feliz aquí y te dará todo lo que quieras. Si logras poner en práctica nuestros consejos, todo irá bien para ti, y cuando él se canse de ti, podrás irte con mucho dinero.

Marco le pide al guardia que me envíe un buen desayuno, que llega dos minutos después. Me lanzo sobre él y lo termino en unos minutos.

- Pareces tener mucha hambre.

- No he comido nada desde ayer al mediodía.

- Se entiende, dice Fernando.

- Bienvenida a casa, Ariane, dicen al irse.

- Gracias por los consejos.

Marco

- ¿Qué piensan de ella? pregunta Marco.

- Muy bella, magnífica, va a alegrar un poco la casa, dice Fernando.

- Sí, muy bella, pero un saco de problemas, dice Philippe.

- ¿Por qué dices eso? pregunta Fernando.

- No entienden, ella lo distrae de su trabajo, tengo la sensación de que solo piensa en ella. Miren, hoy fue muy rápido en su tortura, como si tuviera prisa por deshacerse de ella para ir a buscarla.

- Solo es una niña, ¿cuántos años tiene, por cierto? pregunta Fernando.

- No sé, pero no debe tener más de 24 años.

- Es demasiado joven, dice Fernando.

- Ve y díselo a Auracio.

- ¿Quieres que tenga su muerte en mi conciencia?

Subimos, y busco a Marianne. 

Esa chica es muy hermosa, es justo mi tipo: muy tímida, no habla por hablar y graciosa. ¿Dónde se ha ido?

Fernando me mira mientras la busco.

- ¿Has perdido algo? pregunta.

- No, solo quería presentarles a su amiga.

- ¿Estás segura de que es por eso que la estás buscando?

- ¿A tu parecer, idiota, por qué crees que la busco?

- No lo sé, tal vez porque te hace falta.

- Idiota, acabo de conocerla.

- ¿Y qué? Siento que estás enamorada.

- No digas tonterías.

La veo en el jardín oliendo las flores. Es tan hermosa.

- Ahí está, la señalo con el dedo. Marianne, la llamo, ven que te presento.

Ella se acerca...

- Hola, me llamo Philippe y tú eres muy hermosa, ¿sabes? Espero que no te aburras demasiado. ¿Qué hacías en la vida antes de llegar aquí?

- Hola, yo soy Marianne, soy la mejor amiga de Arianne, ella ha terminado sus estudios, yo también, las dos estamos buscando trabajo. ¿Pueden pedirle perdón a su jefe, por favor? Les ruego que le dejen salir, ayúdenos.

- Haremos lo que podamos para ayudar a tu amiga. Pero dile que se comporte bien, porque nuestro jefe no tiene suficiente paciencia. Intentaremos ver cómo podemos ayudarles mejor. Entendido, cuídate.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP