La amo
John
- Ariane, dile que no lo haga, por favor, no podré soportarlo, no puedo ver eso.
Lloro como una mujer, pero no me importa, no quiero que la toque, va a probar ese placer que siento cada vez que la toco, nadie debe probar eso, nadie. Ella es mía, su cuerpo es mi tiempo, nadie debe entrar, ¡nadie!
Agarro la mano de Ariane como si tuviera el poder de hacer aparecer a mi esposa a mi lado, oh Dios mío, ¿qué me pasó?
- Por favor, llama, llámalo, dile que me devuelva a mi esposa, te juro que no le haré nada. Solo quiero recuperar a mi esposa.
- Estás perdiendo el tiempo aquí, mira dónde están ahora. Espera, creo que ya no están en las calles, no, están en el hotel donde se queda. Espera, voy a hackear su computadora de la habitación, veremos si pasa algo. ¡Oh Señor!
- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué está pasando?
Tengo que ver.
Tomo la computadora de sus manos, pero ella no quiere dármela.
- No, no debes ver eso, no.
- ¡Quiero ver lo que ese maldito ratón hace con mi esposa, déjame ver!
Le arra