John
Durante treinta minutos, como sus dos frutas bien maduras. Es tan jugoso, tan sabroso. Bajo lentamente sobre su vientre plano, luego llego a sus largas piernas que aparto para deslizar mi cabeza dentro. Su coño bien liso me gusta mucho. Disfruto de este río de miel que fluye, sus gemidos me animan a seguir adelante.
- Hummmm....sí.....no pares....
Mi lengua lame su carne tierna una y otra vez, ella termina tensándose y gozando abundantemente en mi boca. Chupo toda esa miel antes de volver a subir sobre ella, su pequeña vagina lista para mi largo pene. Sé que es virgen, y es normal que la primera vez de una mujer sea intensa y hermosa. Voy a asegurarme, después en casa veremos el resto. La observo atentamente para saber si está lista para recibirme, ella me responde moviendo la cabeza. Entonces, tomo mi miembro y lo dirijo hacia su entrada, forzando el paso para no tardar demasiado en la entrada y provocarle otros dolores. Entonces, me adentro en su coño bien húmedo, ella gime de