Apryl

- ¿Puedes poner tu número también para las chicas?

- Haré mejor que eso, vamos a crear un grupo de discusión para compartir nuestros problemas diarios y las nuevas informaciones que tengamos.

- Sí, es una buena idea.

- Vamos a comer, tengo un día lleno con las diferentes sumas que me han dado. Alguien tiene que hacer que su dinero crezca.

Nos dirigimos a unirme a los demás en la mesa. Después de la comida, las chicas se reúnen para formar el grupo con nuestros diferentes números.

Ahora es la despedida, siento que me voy de un largo viaje, donde podría sufrir allí. Pero, hay que partir algún día.

Después de abrazar a las chicas, subo al coche al lado de mi marido.

Él me deja frente a la casa, bajo sin mirarlo. Entro a casa. Voy a la cocina para saludar a Séverin. Lo encuentro en la cocina:

- Hola Séverin, ¿cómo estás?

- Hola señora, ¿cómo fue su estancia?

- Muy bien, muchas gracias. ¿Qué comemos hoy?

- Sabes que siempre tienes la última palabra. ¿Qué quieres comer?

- No tengo ni