28. Sabotaje
Esa noche, ninguno de los dos dejó pasar la presencia de Becca en el hospital por alto, y el intermediaron de ambos siempre fue Kiliam, que ya notaba lo que estaba naciendo entre ese par.
Cuando ella llamó, a eso de las cuatro, para saber cómo seguía Jack, no pudo evitar sentir curiosidad sobre si esa mujer seguía allí.
— El señor Akerman no le permitió el ingreso, señorita Raleigh, si es eso lo que le preocupaba, y tampoco se comunicó con ella para avisarle que había ingresado a urgencias, quien sabe cómo se enteró pero no fue por él.
Kira se mordió el interior de la mejilla y miró con una sonrisa atontada el techo.
— Gracias, Kiliam, por favor regrésame la llamada si surge algo.
— Con gusto.
Cuando colgó, pudo dormir tranquila.
— ¿Hablaste con ella? — le preguntó Jack a su jefe de seguridad tan pronto entró. Sus abuelos estaban descansando en una habitación contigua a la suya. Él estaba jodidamente inquieto por salir de allí… y saber qué había pensado Kira al respeto. ¿Estaría enoja