La lluvia golpeaba las ventanas del hotel donde Javier se encontraba esperando, y el sonido de las gotas sobre el cristal parecía resonar en su mente con la misma intensidad con la que latía su corazón. Todo estaba preparado para la reunión, pero una sensación de incertidumbre se mantenía en el aire. No era la primera vez que se encontraba en situaciones de alto riesgo, pero esta era diferente. El informante podría tener la información que lo llevaría a desmantelar toda la red de Nicolás, o podría ser un truco, un engaño más dentro de este juego de sombras y traiciones.

El móvil en su bolsillo vibró, sacándolo de sus pensamientos. Era Aitana.

"Javier, todo está listo. El informante ha llegado. Está esperando en el lugar acordado. Solo recuerda, este es un terreno peligroso, y no sabemos quién más podría estar observando."

Javier respiró profundamente y, sin perder tiempo, se levantó de su asiento. La habitación del hotel era lujosa pero fría, con las luces tenues reflejando la figura