—Ok, quisiera proponerte algo. —Ella le presta atención y espera que suelte posiblemente una idea loca—. Usa los gorros ridículos que tienen una sombrilla, buscas ese libro, te acuestas sobre mí mientras lees el libro, así estaremos juntos, yo solo quiero relajarme y no hay nada mejor conseguirlo que contigo cerca. —Ella se ríe.
—Estaríamos muy cerca, además, eres muy cruel, quieres que use un sobrero ridículo, ¿No tenías otra mejor forma de humillar al gorro? —bromea y lo hace reír.
—Es que no quiero que te moleste el sol mientras lees, la idea es complacernos, yo estaría tomando mi sol, tú estarías leyendo el libro sin que el sol te moleste. —Ella lo ve muy enamorada, Alessandro cada día ganaba su confianza, le estaba demostrando que lo que estaba diciendo era verdad.
Sin más que decir ella termino de proteger el cuerpo de su chico contra el sol, aunque no tenía mucho sentido por el hecho que ella estaría encima de él, pero igual había partes que ella no podría cubrir, después de qu