Litza Cooper
Después de una ducha junto a mi esposo salimos de nuestra habitación dispuestos a conocer a nuestras hijas, Darek me contó a detalle lo que nos ocurrió y solo puedo estar agradecida de esta segunda oportunidad de vida. Ninguno sabe lo que me paso, lo que me he convertido, pero yo me siento totalmente igual a como era antes de quedar embarazada de mis pequeñas.
Cuando estuve dormida solo sentía la necesidad de llamar a Darek en medio de la nada, sentía que me necesitaba y sé que su mundo entero soy yo sin importar que tenga varias razones por las cuales continuar. Somos dos almas unidas, vivimos por y para el otro, si uno de nosotros llegase a faltarle al otro, ¿qué sería de nuestras vidas? ¿Cómo podríamos superar la perdida? Son preguntas que me hago, no puedo creer que estuve a punto de dejarlo solo.
Llegamos agarrados de la mano a la sala en donde mis hijos son los primeros en saludar, nos abrazan con tanto amor. Son tan pequeños para comprender todo lo que ocurre a s