En el umbral de la puerta, Walter se veía histérico, con el rostro enrojecido, la respiración agitada y su expresión estaba toda contorsionada por la ira.
Nicole y Patrick lo miraron sorprendidos, aunque sin moverse de su lugar.
— ¡HABLEN DE UNA BUENA VEZ! ¡¿QUÉ CARAJOS CREEN QUE ESTÁN HACIENDO?! — Insistió Walter al no obtener respuesta.
— ¿Acaso eres ciego? — Patrick se irguió con una sonrisa socarrona. — Aún no hemos hecho nada porque llegaste interrumpiendo…
— Patrick… — Susurró Nicole asustada, sosteniéndolo por el pecho, ¿qué pensaba hacer?
— Tranquila… — Respondió él apretándole las manos.
— ¡¿ES QUE NO TIENEN VERGÜENZA O RESPETO?! ¡NICOLE! ¡ESTÁS TRABAJANDO Y TE ESCABULLES COMO UNA ZORRA PARA REVOLCARTE CON ESTE SUJETO!
— ¡Oye! — Nicole arrugó el entrecejo, molesta ante las palabras de Walter, pero Patrick no la dejó hablar.
En un instante, Patrick ya la había soltado a Nicole y en tres zancadas ya estaba frente a Walter para soltarle un manotazo, del impacto, Walter c