El viaje de vuelta fue tranquilo, muchas personas
reconocieron a Eliot por la entrevista que dio en las redes detelevisión, pero fuera de eso nada más sucedió, el aviónaterrizó en el aeropuerto de París y luego en la salida unapequeña comitiva estaba a la espera de ellos. Una granansiedad invadió el lugar y luego fue transferida al SeñorByron.-¡Papá!- Eliot camina con la maleta en la mano derecha, mismolugar que había un anillo negro en el formato de águila.- Hijo que nade, ocurrió ¿todo bien allí?- hablaba el señor Byron con una sonrisa leve en el canto dela boca.- Sí, todo según los planes, estamos llenos de nuevoconocimiento y aseguro que nuestro Alfred merece unapromoción, él fue fundamental.- Claro, tan pronto como llegamos a la Orden hablamosmejor.- El Señor Byron da un abrazo cariñoso en todos losmiembros y los invita a entrar en el coche.Una limusina negra estaba parada en la entrada delae