POV Agatha:
La silenciosa tregua que habíamos declarado se asentó sobre el penthouse como una manta espesa.
Estaba sentada en el borde del enorme sofá, Charles recostado contra los cojines, con el brazo en cabestrillo, una leve mueca de dolor cruzando su rostro de vez en cuando a pesar de sus mejores esfuerzos por ocultarlo.
Charles se movió ligeramente, su mirada encontrando la mía en la penumbra. Sus ojos, normalmente tan agudos, tan intensos, tenían una suavidad que rara vez veía, una vulnerabilidad provocada por el dolor y el agotamiento.
—Ya que estamos en tregua esta noche —dijo, su voz baja, ronca, un atisbo de sonrisa jugando en sus labios