POV Agatha:
—¿Estás seguro de que quieres vender la mansión, papá? La construiste para mamá. —Tracé el borde de mi taza de té, la delicada porcelana fría contra mis dedos.
Papá suspiró, dejando su propia taza con un leve tintineo. Se veía mejor, mucho mejor.
Las semanas desde el ataque, desde la hospitalización de Charles y su lenta y frustrante recuperación, habían sido un borrón de estrés e incertidumbre, pero ver a papá recuperar su fuerza, su antigua chispa, había sido un ancla estabilizadora.
—Sí, lo sé, cariño —dijo, su voz aún un poco ronca, pero firme—. Pero después de lo que pasó aqu&iacut